Viendo el estado de los bosques y montes de la Comunidad de Madrid su mantenimiento y la inversión realizada, parece imposible que a lo largo del año 2018 sólo se hayan quemado 96 hectáreas.
La campaña del Plan de Incendios Forestales de Madrid recientemente finalizada, concluyó que el número de incendios ha sido un 17% inferior al año pasado siendo un total de 240, de los cuales el 91% fueron conatos con la quema de menos de 1 hectárea de terreno.
La Comunidad achaca el éxito al mantenimiento realizado, apenas 3.000 hectáreas de las más de 300.000h con las que cuenta nuestra comunidad, teniendo en cuenta tanto los Montes privados/ públicos como los espacios protegidos.
Realmente la inversión realizada y los medios destinados a la prevención son para estar satisfechos, si mantenemos este nivel de compromiso, sólo necesitaremos unas decenas de años para conseguir unos montes mínimamente en condiciones.
Aun así, estamos eternamente agradecidos a las brigadas, bomberos y voluntarios que han velado por la seguridad de nuestros espacios, llegando con todos los medios puestos a su disposición para sofocar los más de 200 incendios que se han producido. Sin su profesionalidad y entrega las cifras serían aterradoramente diferentes.
En contraste con los datos de inversión realizada que se facilitan desde la Comunidad, está la opinión de nuestros colaboradores. A lo largo de estos meses de verano nos han ido comentando el estado de las sendas, caminos, arcenes, cortafuegos, etc. y una vez escuchado sus testimonios, sólo podemos afirmar que cada cierto tiempo se produce un milagro, y ese milagro se ha materializado en el verano del 2018. Desde Pura Naturaleza, deseamos que deje de ser una experiencia religiosa y pase a ser una realidad duradera.
Ahora bien, dentro de pocas semanas comenzará un nuevo invierno con un otoño muy húmedo, y mucho nos tememos, que los medios que se van a poner en marcha para la limpieza y mantenimiento de los montes y pinares de la Comunidad de Madrid, seguirán siendo irrisorios.
Esperemos que el comportamiento y educación de las personas con el medio ambiente, nos permita dentro de un año mostrar aun mejores cifras que las de este año que ahora termina.
Nuestro grano de arena consiste en la limpieza de toda clase de residuos en arroyos, ríos y pantanos, evitando en la medida de lo posible favorecer el inicio del fuego.
Aun así, todos los medios que se dediquen serán pocos, siempre tendremos que tener presente que dos cosas: Los incendios del verano se apagan en invierno y el respeto y concienciación de las personas es fundamental.